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COBERTURA: Aurora en Teatro Ópera (2019)

Actualizado: 25 may 2020

Foto por Facundo Berisso / T4F Argentina

La cantante noruega se presentó en el Teatro Ópera Orbis Seguros por primera vez y en fecha patria para brindar un show memorable, mágico y poderoso.


Luego de la entrada en calor con el músico argentino Mariano Godoy (quien brindó una performance envolvente de temas instrumentales y cantados con su bandoneón) y la cantante Silja Sol (quien además es corista de Aurora y trajo -como telonera- canciones de su autoría interpretadas en noruego con una guitarra eléctrica y su dulce voz), la joven artista apareció en el escenario alrededor de las 21:15 para arrancar con “Churchyard”, tema perteneciente a“Infections Of A Different Kind – Step 1” (su segundo álbum de estudio dividido en dos partes) donde habla sobre el peso de las palabras.


Rodeada por medusas colgando de arriba y luces azules, Aurora Aksnes continuó con “Warrior” (disponible en su LP debut “All My Demons Greeting Me as a Friend”), aquella canción de empoderamiento que tuvo al público levantando el puño en cada “I am a warrior” (“soy una guerrera”) del estribillo.


Para los primeros minutos de show saludó a todos y se sacó las zapatillas de manera que pudiera estar más cómoda. Le siguieron “Home” (también del primer álbum), el uptempo “All Is Soft Inside” que trajo un clima más bailable y “Soft Universe” cuyo “speak to me” (“hablame”) resonó en todo el teatro y volvió a la fortaleza con su final.


Al haberse presentado un 25 de mayo, la cantante dijo que se trataba de un “día de liberación” para el público argentino quien, minutos antes de empezar el espectáculo, escuchó las estrofas del himno nacional.


En cuanto a la interacción con sus fans, Aurora se mostró muy alegre, sorprendida y sobre todo agradecida en cada momento. Al escuchar los “I love you” que recibía dijo, en tono risueño, “siento como si mi corazón hubiese tenido un orgasmo”. También se tomó el tiempo para recordar el fin de semana que vino al país para presentarse en la edición 2018 del Lollapalooza Argentina pero que fue cancelado debido al mal clima y mencionó haber escuchado a un joven que tocó “Warrior” con una guitarra acústica fuera del hotel a modo de zapada y lo buscó entre la gente para agradecerle por ello.


La noche continuó con el inquietante y de beat electrónico “Murder Song (5, 4, 3, 2, 1)”, “Runaway”, “In Bottles” y su más reciente single “The Seed”. Para “It Happened Quiet”, los espectadores levantaron sus celulares e iluminaron el teatro con linternas blancas generando un clima aún más íntimo y especial.

Volviendo al ambiente más potente, pasaron “Animal” -de su tercer álbum “A Different Kind of Human (Step 2)”– cuya temática está inspirada en la naturaleza y “I Went Too Far” de su debut y al pedido de “give me some love and hold me tight” (“dame algo de amor y abrazame fuerte”).


Durante la mitad de la jornada, siguió conversando con el público, juntó regalos que le dieron los de primera fila como una bandera argentina con su nombre y el pañuelo verde a favor de la legalización del aborto donde dejó en claro su apoyo: “Ellos [los que se oponen] realmente no tienen tanto poder. Hoy nosotros tenemos mucho poder juntos. Porque juntos podemos ser tan ruidosos y fuertes”.


Más tarde llegaron “The River”, tema que empieza con un sonido acústico nórdico y se transforma en pop y “Forgotten Love” con el mismo efecto que el anterior pero teniendo mayor presencia de la percusión y los bailes de Aurora. En ambas predominaron las luces violetas y las medusas iban tornándose rosa y violeta. Pero la parte más potente llegó con “Running With The Wolves”, otra de sus primeras canciones que fue coreada con intensidad mientras las medusas se volvían azul y violeta de manera intermitente. Aksnes agradeció al público una vez más mientras bailaba y saltaba con todas sus fuerzas para luego retirarse del escenario con la banda.


Apenas unos minutos después y en medio de aplausos a la espera de más, volvieron al escenario para interpretar las dos últimas del encore. Primero fue el turno de la balada “Infections Of A Different Kind” que tuvo la participación del fan action realizado por el Fan Club el cual consistía en levantar un cartel con la frase “you’re God in the shape of a girl” (“sos Dios en la forma de una chica”) en referencia a la letra. Esto vino acompañado de un emotivo discurso donde contó que extrañaba a su familia pero gracias al cariño de la gente pudo olvidarse de todo durante las horas que duró el show. “Creo que si hay un dios definitivamente está dentro de cada persona en este lugar. Todos somos una especie de dios, tan puros y hermosos” expresó al ver los carteles.


Con la mirada al horizonte y la mano extendida hacia el público, empezó a sonar la introducción de “Queendom” cambiando a un clima festivo y cuya letra habla de la celebración de las diferencias en uno mismo, un himno “para las mujeres, los niños, los animales y también los hombres” como dijo la intérprete en entrevistas recientes. Cerca del final levantó la bandera LGBT y saludó a todos completamente emocionada al ver el feedback de los presentes.


Se encendieron las luces del teatro y el público se fue más que satisfecho por lo presenciado. Para algunos melómanos, su performance tuvo cierta reminiscencia de cantantes como Björk o Florence Welch tanto por lo sonoro como por su desenvoltura en el escenario. Fue un primer show donde tanto la gente como la artista lo dejaron todo. Es el tipo de recital al que se necesita ir para volver lleno de energía positiva y esta experiencia mantiene latente la esperanza de verla en el país nuevamente. Y, a juzgar por lo ocurrido el 25 de mayo, sería ideal que volviese a suceder pronto…


Fotos por Facundo Berisso / T4F Argentina

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