Conociendo Rusia en el Teatro Gran Rex (2023)

"Conociendo Rusia: El llamado de la ruso señal"

Con un formato novedoso para lo que habían sido sus presentaciones habituales, Mateo Sujatovich trajo el "Conociendo Rusia - Solo Tour" a las calles porteñas con una serie de shows en el Teatro Gran Rex. En la segunda fecha, el músico fundador del proyecto nos invitó a su casa en una performance íntima donde sonaron sus tres álbumes reversionados a piano y guitarra.

Ante la expectativa de un público que copó las butacas del mítico teatro de la Avenida Corrientes, las luces del venue se apagaron y sólo iluminaban las pantallas gigantes que proyectaban la pared de una casa con decoraciones y cuadros de artistas de rock que lo inspiran. La puesta en escena nos acercó a una versión más casera, despojada de Mateo, como si estuviéramos escuchándolo desde el living de su casa. Cerca de las 21 hs, se escucharon en los parlantes una lluvia, pasos y sonidos de platos y cubiertos. Sin embargo, los minutos pasaban y los sonidos seguían repitiéndose impacientando a parte del público que aplaudía y pedía que saliera al escenario. Alrededor de las 21:10, el músico finalmente apareció con un traje rojo emulando a Sandro, unos lentes de sol y su viola para los primeros acordes de "Luces de Neón". A continuación, pasaron "Se me hizo tarde" y una versión bossa nova de "Otra Oportunidad" mientras la pared de led se desmoronaba por momentos.

Para "Tu Casa Mi Casa", la pared roja y naranja de entrecasa u hotel retro se fue dejando a Sujatovich sólo con la luz y, entre aplausos, en "Puede Ser" hizo su aparición una sombra de sí mismo con un fondo azul a modo de "ruso señal" la cual estaba previamente grabada y lo acompañó con el solo de armónica. Acto seguido, el cantante "despidió" a la sombra por un momento para que lo dejara solo nuevamente.

Fue el turno de la tanda de piano, la pared roja volvió y Mateo se sentó frente al piano para interpretar una versión sentida de "En todos los lugares", aquel tema cuyo "quiero volver, quiero volver, quiero volverte a ver" resonó en todos. Luego, hizo una introducción para una de sus primeras canciones como Conociendo Rusia la cual reveló que compuso un día tarareando en el auto: "Cicatriz", tema de su álbum debut que hacía tiempo no tocaba en vivo. Le siguió "La Luna", otra canción de aquel LP la cual dedicó a su hermana Luna Sujatovich. Para esta versión piano-only, una luz lo iluminó cual faro y en la pantalla se podía observar una noche estrellada con la media luna gigante en una postal de ensueño. "A la vez" continuó con el piano y coreos masivos de los presentes al canto de "tu cuerpo y el mío van a la vez" al estilo de performance jazzera mientras los decorados de la pared iban desapareciendo.

Para la mitad de la noche, "Tu Encanto" (tema en colaboración con el músico Fito Páez) tuvo al público poniéndose de pie en el estribillo junto a los aplausos: "Me levanto y veo tu encanto, hagámoslo otra vez", cantaron en todo el Gran Rex. En "Montaña Infinita", Mateo volvió al frente con su guitarra acústica y las paredes ahora más bien despintadas denotando la melancolía de la canción. En "Disfraz", sólo quedó el fondo negro y un cuadro mientras el fondo se tornaba azulado como el cuadro. Le siguieron "Mundo de Cristal" (su tema con el español Leiva) rodeado de gemas de cristal detrás suyo y, de vuelta en el piano, "Cosas para Decirte" acompañado por las linternas de los celulares de los espectadores que movían los brazos de un lado a otro: "qué lindas las luces", expresó rodeado de un plano de neón en pantalla. Para el solo de guitarra, reapareció la sombra (ahora blanca) a hacer su parte.

Después llegaron "La Dirección" (del álbum homónimo lanzado en 2021) y "La Puerta" en una introducción emotiva: "Todo el tiempo me pregunto para qué vinimos a este mundo, tu mirada me lo explica sólo en un segundo", dice en su estribillo mientras unas líneas blancas que formaban un cuadrado en movimiento y arriba de un círculo a-la Bauhaus. 

Pero en la jornada no todos fueron cancioneros, también se tomó un tiempo para conversar un poco con el público y hasta bajó del escenario a firmar el brazo de una fan a pedido de ella tras mostrarle su tatuaje de la catedral de Moscú (el clásico logo de CR). Rodeado de cámaras y rostros de sorpresa de los afortunados en las primeras filas, el cantante sonreía y bromeó con el resultado de la firma.

"30 Años" en un formato atípico con un riff más bien minimalista pero que aún permitió transmitir la energía y los aplausos de la gente. La sombra en pantalla reapareció para ponerse un traje y las cuales se fueron replicando con planos más cerrados en un fondo azul. "Yo estoy esperando", repitió una y otra vez en un final extendido. "Vamos con una más, la última", dijo Mateo y al grito de "noo" del público, comenzó a cantar "Quiero que me llames" (single de su segundo álbum "Cabildo y Juramento"). Ahora se trató de un fondo blanco y grisáceo cual efecto de lluvia y ondas sonoras en movimiento que fueron a tono con la guitarra eléctrica. "Muchas gracias, Buenos Aires. Es emocionante todo esto", expresó y entre todos volvieron a cantar el estribillo en acapella. "Ese es tu recuerdo, muchas gracias Buenos Aires", dijo y se retiró del escenario. Pese a lo dicho previamente, no fue el final (incluso aunque algunos de los presentes en las últimas filas del Pullman se vieron confundidos por el encore).

El final tuvo a "El Ruso" en el piano para interpretar el (ya podemos decir) clásico "Cabildo y Juramento" entre manchas en blanco y negro en efecto bokeh. Desde el "te pido la cuenta por favor", los aplausos no se hicieron esperar. Cuando entonó el verso "me despierto con un grito de mi vecina", una del público soltó un grito a modo de referencia. Ni bien sonó la última nota, el artista recibió una ovación de pie unánime. Pero una performance de Conociendo Rusia no puede concluir sin el hit indie de 2018 "Loco en el Desierto". En medio de la intro, Mateo pidió a todos que lo acompañaran con un "instrumento que es muy sencillo, que es silbar conmigo". El último tema tuvo a Mateo cantando "vos sos el verano más allá de la estación" mientras caía sobre él papel picado simulando ser nieve, detalle que también se representó en la pantalla que jugó un papel muy importante en esta gira. Para los versos finales, reaparecieron las sombras pidiendo aplausos con un cambio de acordes para cada "nena ooh". Por supuesto, los "olé olé olé ruso" no se hicieron esperar y Mateo se señaló el corazón en agradecimiento mientras salía por una suerte de puerta que formaba la pantalla.

Lanzarse con una propuesta en formato solista siempre puede suponer un desafío y se debe estar expectante al recibimiento que le darán sus seguidores pero en el caso del músico logró sortearlo saliendo airoso. De esta forma, la lista de canciones elegidas fueron lo suficientemente poderosas para acoplarse a la puesta acercando a sus seguidores a una versión más personal que en el marco de festivales, estadios o arenas no sucede. La imagen del rockstar intocable se desdibuja por hora y media y nos quedamos frente a frente con Mateo y su sombra.

Crónica y fotos por Karen