Isla de Caras en Teatro Vorterix (2025)
- MBU
- 18 sept
- 2 Min. de lectura
Por Anna.Pampeanna
"Una noche en líneas muy generales"
11 de septiembre. Esperaba el 93 para ir a Vorterix cuando una chica se me acercó con una sonrisa tímida:
—¿Este colectivo me deja cerca de Vorterix?
Le respondí que sí y antes de que pudiera decir nada más, le pregunté:
—¿Vas a ver a Isla de Caras?
Se sorprendió. Me dijo que sí, que era la primera vez que se animaba a ir sola a un recital y que estaba muy emocionada. Le dije que después del primero no hay vuelta atrás, que ir sola también es una forma de encontrarse.
Ya en la entrada del Teatro Vorterix, el puesto de merch me dio nostalgia: remeras, discos y… ¡cassettes! Ese guiño analógico me sacó una sonrisa. La sala se fue llenando y cuando la banda salió al escenario, Líneas Generales empezó a tomar forma en vivo.
El show arrancó con una sala llena, un sonido envolvente y ese aura de comunión que la banda sabe crear. Lautaro Cura y el resto del quinteto (Francisco, Manuel, Nicolás y Santiago) presentaron Líneas Generales, un disco que, como dijeron ellos mismos, reafirma su camino de banda consolidada. Pero lo que se sintió anoche fue otra cosa: una frescura inesperada, una alegría viva.
El show fue creciendo tema a tema, con una banda que se siente afianzada, pero que no perdió ni una gota de frescura. Isla de Caras no solo tocó: abrazó al público. En un momento, Lautaro Cura bajó del escenario y se metió de lleno en el público. El caos fue hermoso: pogo, saltos, gritos, una lluvia de papelitos que lo envolvió justo cuando lograba escabullirse de la multitud y volver al escenario. A partir de ahí, todo ardió más fuerte.
El vínculo con su público es algo notable. Cercano, afectivo, festivo. Tanto que cuando se despidieron con su "última canción", la sala entera respondió al grito de "¡una más!" y no hubo opción. Volvieron. Y el cierre fue aún más vibrante.
Mientras volvía a mi casa, pensé en Flor. Ojalá esta haya sido la primera de muchas fechas a las que se anime a ir sola. Porque los recitales tienen eso: a veces vamos por la música, y volvemos con algo más.
Fotos por Anna P.
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