POTRA en La Tangente (2025)
- MBU

- 6 dic
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"Alerta meteorológica: fuertes tormentas con ráfagas de goce"
Por Lorena Punsoda

A las 21 hs del jueves 27 de noviembre, La Tangente explotaba en una mezcla de humedad, brillo y expectativa. Sofía Vitola, envuelta en un vestido-piloto dorado y botas de lluvia, apareció entre nubes y un tul plateado que caía sobre el centro del escenario, a tono con el título de su nuevo disco Bajo La Lluvia. Las luces acompañaban su ceremonia acuática: azules y amarillos como espejismos en una playa desértica, rojos y violetas de bares nocturnos, verdes y naranjas tropicales. Si la lluvia es bendición, como dice el dicho, esa noche Sofía la recibió convertida en sol: cada vez que levantaba la mirada, el público se derretía a sus pies.
La gente se abrazaba, cantaba y saltaba; todos compartiendo un paraguas bajo la misma tormenta sentimental. La quieren muchísimo y ella los quiere igual: la entrega fue total. El aliento de “DALE POTRA” en cada solo de guitarra lo confirmaba, por si quedaba alguna duda. Sofía es una romántica armada de actitud. Hay algo del mar en ella cuando se deja llevar por la ternura y la intensidad, como olas que te acarician justo antes de darte vuelta. Joaquín Vitola y Esmeralda Escalante fueron los invitados de lujo que sumaron su magia a ese huracán energético que ya se venía gestando.
Entre temas de amor divertidos que no temen empalagar —una especie de Floricienta para chicas grandes que buscan creérsela un poco más—, guiños a boleros y un final que se deslizó por las curvas de la cumbia, se destacaron las nuevas canciones: «Nada funciona con vos» (una de las más coreadas), «Bajo La Lluvia» o «Amantes de Verano». Y, por supuesto, las infaltables: «Ninja», «Novio Intelectual» y «Labio Inferior». Quedó claro que el universo Potra es una fiesta completa, con himnos propios y una comunidad que los cuida como si fueran sus tesoros más preciados.
Hacia el cierre, Sofía reapareció con un vestido de lunares y zapatitos celestes con medias floreadas, como si el temporal hubiese dejado paso al camino más manso. Se metió entre el público con una sombrilla, y por un instante el lugar se convirtió en un patio de verano donde está permitido bailar bajo la lluvia; porque se sabe que el agua cura, bautiza y renueva. Potra es para cantar con tus amigas con un par de copas encima, para usarla de espejo antes de salir, para mandarle indirectas a quien corresponda, para compartir con tu hermana o incluso con tu mamá si tenés suerte y es copada. Potra es de todos, pero es más lindo decir que es para todas, y esa noche nos mojó para que podamos florecer.
Fotos por Karen F








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