Conociendo Rusia en el Movistar Arena (2024)
Conociendo Rusia aterrizó en el Movistar Arena presentando su flamante álbum Jet Love en una noche a puro rock y con el ferviente apoyo del público. Mateo y compañía lo dieron todo en su primera fecha sold out en el recinto.
Tras las melodías de Daniela Spalla en la apertura, cerca de las 21:15 hs llegó el momento de aterrizar a Buenos Aires: con el sonido de una turbina de avión y una cortina de pista, la banda salió al escenario al ritmo de "Jet Love", primer tema del cuarto LP con fuertes influencias ochentosas. Siguiendo el orden del tracklist, sonaron "Canciones" (oda al amor melómano) y "Te lo voy a decir" el cual tuvo un final con Sujatovich bailando y demostrando sus habilidades vocales. Campera de cuero con su apodo en la espalda y una sonrisa inborrable en el barrio bohemio para una noche que recién empezaba.
Le siguió "Tu encanto", aquel tema con Fito Páez para luego dar lugar a "Puede ser" y "El Chacal" el cual puso a todos a bailar al ritmo de la canción dedicada a uno de sus amigos ("el chamán de Chapadmalal"). Entre más temas para los Jet Lovers, pasaron "Cinco horas menos" (una enternecedora colaboración con Natalia Lafourcade) y "Lo mejor" cerrando con un maravilloso outro psicodélico.
Retomando eras pasadas, tocaron "Mundo de cristal" de "La dirección" (2021) y "Otra oportunidad" del aclamado "Cabildo y Juramento" (2019). Volviendo al sonido actual fue el turno de "Heridas Dulces" con su "quiero saber en verdad si somos amantes o somos amigos" y seguido por otro tema a puro indie y sintetizador: "La Puerta", uno de los más coreados que, como no podía ser de otra forma, terminó con un canto acapella de Mateo y la banda junto al público: "todo el tiempo me pregunto para qué venimos a este mundo. Tu mirada me lo explica solo en un segundo", dice su estribillo donde el músico se pone reflexivo e introspectivo.
La noche de Villa Crespo fue ideal para la tanda solista. Un piano y una serie de canciones sentimentales fueron la fórmula elegida. Primero con "Se me hizo tarde" (esa que habla sobre un bloqueo creativo hasta que una melodía irrumpe en los planes del cantante como una epifanía) y "La Luna", dedicada a su hermana Luna Sujatovich pero cuya performance fue interrumpida cuando asistencia médica subió a platea en busca de una fan que se descompensó. Mateo quedó en silencio expectante y preocupado para unos minutos más tarde retomar el set con la canción siguiente: "Montaña infinita". El clima tenso se iba desvaneciendo en el predio y el músico redobló la apuesta cuando invitó a Joaquín Levinton para interpretar juntos "Pasos al costado", uno de los hits de Turf con su carismático frontman.
Los músicos volvieron al escenario a darlo todo en el último tramo en este viaje de emociones. "Loco en el desierto" dejó de ser el tema de cierre para tomar su nuevo lugar con el agite al canto de "nena, ooh ooh". Pero el verdadero pogo vino en "30 años", su himno rollinga que trajo la energía de sus inicios. Después "Cosas para decirte" nos recordó el talento de Mateo en la viola durante su final entre "otra vez, otra vez". Y si hablamos de veces, "A la vez" marca esa línea temática sobre la vida y el amor.
Tras el encore donde los espectadores estaban a la espera de (mucho) más, pasó el enganchado "Una vuelta más" y "Luces de neón" con unos adlibs que el ruso fue improvisando mientras eran repetidos por todos. Cuatro albumes de hits también requerían la compañía de un clásico del rock nacional de los últimos años: "Adiós" de Gustavo Cerati en una versión sentida y cantada con gran fervor por los presentes.
Aún conmovido por el público, Mateo introdujo "Cabildo y Juramento", aquel tema con el cual muchos lo conocieron y guarda un lugar especial para sus fanáticos. Obviamente había que pasar al segundo track de ese álbum al ritmo de "Quiero que me llames": "Y para mí una canción de amor es tu recuerdo" coreaba el Movistar en el que ya podríamos considerar un himno de Conociendo Rusia. Antes de finalizar, Sujatovich pidió a todos que se agachen para explotar en un pogo masivo en el último estribillo y al ver que algunos lo hacían a medias bromeó con no continuar hasta ver a cada uno de los presentes abajo. El pogo indie se apoderó del arena y se despidieron en la pasarela.
Sin embargo, la gente seguía con ganas de más al canto de "una más y no jodemos más". Los deseos de los fans dieron sus frutos porque Mateo y compañía decidieron volver a sus lugares y cantar una vez más. El cierre definitivo llegó con "Parte de mí", último tema de "Jet Love" donde el coro gospel y su piano lo convierten en un final poderoso y perfecto para terminar un show donde primó el soft rock, el pop ochentoso y un poco de folk. "Sólo se que ya sos parte de mí" resonó en cada parte del arena incluso después del show. Los músicos saludaron, se sacaron una foto grupal y se retiraron sonrientes mientras el sonido de la turbina de avión aterrizaba en los parlantes. El amor y la buena energía rondaron en la sala para una noche inolvidable en Buenos Aires dejando en claro una vez más por qué CR es uno de los mejores actos del rock nacional actual.
Fotos por Karen F
PARTE 2
PARTE 3
PARTE 4
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